Esta exposición es un relato de la extraordinaria dimensión y vitalidad que conoció el arte británico entre los siglos xvi y xx, y su título se hace eco del de la novela homónima del escritor británico Robert Louis Stevenson.
La muestra se ha perfilado a modo de companion, ese género de libros tan prácticos (y tan anglosajones), reuniendo una serie de obras que recorren cinco siglos de arte británico: desde la actividad iconoclasta de los pietistas en el siglo xvi y la pintura civil de Hans Holbein, pasando por los retratos Anthony van Dyck, Joshua Reynolds o Thomas Gainsborough, las series de William Hogarth, los paisajes de John Constable y Joseph Mallord William Turner, o las pinturas imaginativas e históricas de Henry Fuseli, William Blake y John Martin, hasta alcanzar la obra de los prerrafaelitas Dante Gabriel Rossetti o sir John Everett Millais, la generación de artistas modernistas figurativos de finales del siglo xix de los grupos Camden Town o Bloomsbury, y finalizar con iconos del arte inglés de los años 60 a los 80 del siglo xx como Henry Moore, Francis Bacon, David Hockney, Peter Blake, Richard Hamilton o Richard Long.
Las 180 piezas —pinturas, esculturas, obra sobre papel, libros, revistas y fotografías— realizadas por más de un centenar de artistas se organizan en siete secciones: Destrucción y Reforma (1520-1620); La revolución y el Barroco (1620-1720); Sociedad y sátira (1720-1800); Paisajes de la mente (1760-1850); Realismo y reacción (1850-1900); Modernidad y tradición (1900-1940) y Un mundo feliz (1945-1980).