Esta exposición, la primera que se dedica en España al art déco, ha sido concebida en abierto desafío a la tradicional separación entre las bellas artes y las artes decorativas o aplicadas. Impugna la casi total ausencia del art déco en la historia del arte moderno y en la práctica curatorial, y defiende, no sólo su obvia belleza, sino el interés y la complejidad cultural y artística de su peculiar carácter moderno.
Organizada en ocho secciones, cronológicas y temáticas, la muestra reúne más de 350 piezas de 122 artistas, diseñadores y artesanos, como Jean Dunand, Armand-Albert Rateau, Jacques-Émile Ruhlmann, Paul Poiret, Paul Iribe, Pierre Legrain, Jean Fouquet, Gérard Sandoz, los Cartier, René Lalique, Gabrielle Chanel, Jean Patou, Jeanne Paquin, Pierre Chareau, Charlotte Perriand, Jean Prouvé o Robert Mallet-Stevens. El relato busca los orígenes del art déco en el París de la primera década del siglo xx, revisa el cubismo, como una de sus fuentes y ofrece una panorámica del lujo y la funcionalidad de los interiores franceses de esos años. Recorre la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas de 1925 en París, se demora en el viaje moderno y en la presencia de lo exótico en el art déco —centrada en la Exposición Colonial de 1931 en París—, y llega hasta mediados de los años 30, cuando se reúne y se mezcla con las nuevas formas que habitualmente se identifican con la modernidad, de cuya historia el art decó, curiosa e injustamente, parece casi no haber formado parte.