La Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial ve nacer una pintura radicalmente distinta a la del periodo de entreguerras. Al cubismo y el surrealismo les sucede el informalismo, que cuestiona pictóricamente la forma y los materiales propios de la pintura. Los artistas comienzan a utilizar arenas, arpilleras, cartones y toda clase de materiales de desecho y el asunto de la pintura pasa a ser ella misma. Naturalmente, esa transformación no responde sólo a experimentos formales, sino fundamentalmente a la experiencia universal de la guerra mundial, que había hecho pedazos la fisonomía material y espiritual de todas las formas civilizadas.
Esta exposición presenta la pintura europea de posguerra y hasta mediados de los años 60 junto a la fotografía de esas mismas décadas, con la pretensión de que el espectador se sumerja en el contexto histórico del momento y pueda entender la ruptura que los artistas llevan a cabo tras la contienda. La muestra cuenta con 160 obras, documentos y filmaciones, compaginando la presencia de artistas y fotógrafos de reconocido prestigio (Pierre Alechinsky, Alberto Burri, Jean Fautrier, Jean Dubuffet, Georges Mathieu, Pierre Soulages, Otto Steinert, Wols o los españoles Francisco Gómez, Antonio Saura, Manolo Millares o Fernando Zóbel, entre otros muchos), con magníficos artistas desconocidos (Natalia Dumitresco, Jan Kubícek, Pavla Mautnerová o Georges Noël). Asimismo, incluye obra de Wolf Vostell y de los pintores del Nouveau Réalisme francés, cuyos décollages de carteles publicitarios anticipan ya el cambio de conciencia que advendría en Europa a partir de mediados de los años 60.