La exposición quiere hacer visible la influencia de estas tres culturas en el arte de la segunda mitad del siglo xx en nuestro país, un aspecto tan presente en la obra de tantos artistas de ese momento como aún poco explorado. Su título toma prestada la acepción del término “principio” que se emplea en química, según la cual un elemento activo “reacciona” al mezclarse con otros y produce estructuras nuevas y muy diferentes entre sí.

La muestra se centra en el marco cronológico existente entre la generación abstracta española de los años 50 y la de los artistas nacidos hacia mediados de los 60, momento de la creación del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca (1966) por Fernando Zóbel, una figura esencial para entender este relato. El proyecto incluye a más de 60 artistas que han trabajado en España y cuya obra está vinculada con el arte de Asia oriental e India (Frederic Amat, Miquel Barceló, Miguel Ángel Campano, Josep Llorens Artigas, Chema Madoz, Joan Miró, José María Sicilia, Susana Solano, Antoni Tàpies, entre otros muchos). Junto a pintura, escultura y obra sobre papel, se incluyen otras manifestaciones, como la instalación, la fotografía, los nuevos comportamientos artísticos y el arte conceptual.

Las más de 300 piezas asiáticas y occidentales se presentan de manera conjunta, como dos mundos que comparten espacio expositivo. La muestra cuenta con relevantes obras procedentes de museos internacionales, pero se ha querido primar la presentación de los fondos orientales de colecciones españolas, algunos de ellos tan valiosos como poco conocidos todavía.