La creación en 1966 del Museo de Arte Abstracto Español en las Casas Colgadas del siglo XV en Cuenca es un capítulo fascinante y único de la historia cultural de nuestro país. La fe pionera de Fernando Zóbel en los artistas abstractos se materializó en un espacio insólito que pronto tuvo un enorme eco internacional y suscitó elogios como el de Alfred H. Barr, primer director del MoMA de Nueva York, que da título a esta exposición.
El joven museo, nacido de la iniciativa de un artista, creó un espacio de libertad independiente del régimen político, reafirmó a toda una generación de pintores y escultores, preparó a las más jóvenes y produjo todo un público nuevo en un país que no contaría con museos de arte contemporáneo hasta después de su transición democrática, más de veinte años después de aquella aventura única y original.
En 2022, la Fundación Juan March -titular del museo desde 1981 por expreso deseo de Zóbel- procedió a climatizar completamente el edificio. Aprovechando el cierre parcial del museo, concibió con cinco instituciones una exposición itinerante internacional de parte de su colección, que, tras su paso por Granada, Barcelona, Dallas (Texas, EE.UU.) y Coblenza (Alemania) se presenta ahora, a su vuelta, en Madrid.