Esta exposición ilustra un largo proceso basado en fuentes que se remontan a mucho antes de que los europeos bautizaran como América a todo un continente: el de la reinterpretación, en la cultura moderna y contemporánea, de las formas y significados de las antiguas civilizaciones y culturas indígenas, desde Alaska hasta la Patagonia.
La muestra comienza en el siglo XVIII, documentando las expediciones científicas y los descubrimientos arqueológicos, la formación de las primeras colecciones y la arquitectura historicista. Continúa tratando aquella dimensión identitaria americanista que, a principios del siglo XX, reinterpretó los saberes y lenguajes precolombinos en materiales destinados a la educación escolar y dio origen a las escuelas de artes y oficios, transformando el diseño gráfico, la literatura, el teatro, el cine, la música y la moda. Aborda también las propuestas plásticas que, a mediados del siglo pasado, recuperaron o inventaron “lo ancestral”, cuando nuevos “artistas viajeros” se aventuraron hacia América y la exploraron, coleccionaron sus hallazgos y los registraron con dibujos y fotografías que impregnaron sus propias obras.
La exposición se extiende hasta la actualidad, revelando cómo el paradigma amerindio en todo el mundo parece no dar muestras de cansancio: pervive en el uso consciente de la geometría y del color, en la cita crítica o irónica del pasado, en la performance, las arquitecturas posmodernas de raíz indígena, el kitsch intencionado, el refinamiento del arte conceptual, los nuevos comportamientos artísticos y la sofisticada renovación de artes y oficios milenarios, ahora cargados de nuevos sentidos político-sociales y estéticos.